Gastón Leiva, de arquero a presidente: "Todavía no procesé el retiro, es el momento más duro"

GASTÓN LEIVA. El histórico arquero de Unión de Bonifacio.

Sin dudas Gastón Leiva, es el arquero histórico y referente para Unión de Bonifacio. Por cuestiones tecnológicas, nació hace 41 años en Guaminí. 

Hoy en día, además de estar abocado cien por ciento al club, tiene una familia formada y durante el día a día se desempeña como empleado de EDES. Como decimos al comienzo, es el arquero histórico del club y todos lo identifican por su desempeño y buenas actuaciones. 

En la actualidad, dejó los guantes de lado (por el momento) para dedicarse completamente a la presidencia del club. 

Desde Cultural y Deportiva, dialogamos con Gastón para conocer un poco más de su extensa carrera que ya lleva 27 años y aunque quizás haya jugado su ultimo partido, no descarta volver a estar bajo los tres palos. 


Debutó en Primera tan sólo con 14 años, en Unión frente a Comercio de Guaminí, en esas tardes que nunca se olvidan. Luego, al formar parte de la selección sub 18 de Guaminí. 

No eran los mejores tiempos para el fútbol de Bonifacio, por lo que se fue a probar a Argentino de Tres Lomas, donde quedó y fue el club donde debutó en Primera en la Liga Treslomense: 

“Fue en cancha de Jorge Newbery, reemplacé a Pinocho Pagano tras una expulsión, ahora puedo decir que tuve un poco de temor, pero fue un buen partido y no me hicieron goles”, sostuvo. 

Luego, ya en el año 90, regresó a Bonifacio para jugar en Unión. Por cuestiones de la edad le tocó hacer la colimba, en Punta Alta. En esa ciudad jugué en Sporting y tenía como compañero al Bichi Fuertes. 

Después pasó nuevamente por Argentino y Unión hasta que se fue a vivir a Capital Federal: “Me fui a estudiar a Buenos Aires y conocí gente de Adidas, donde trabajé por ocho años y estuve alejado del futbol durante ese tiempo”.

Tras su regreso al pueblo, disputó durante dos años el torneo de la Liga de Coronel Suárez con Comercio de Guaminí. Ya en 2003, le llegó la oportunidad en Unión de Tres Lomas: “Mi amigo Prechu Reines me ofreció jugar allí el Interligas 2003, jugué un clásico impresionante que no voy a olvidar”, relató. 

Más adelante, en 2005, Unión de Bonifacio integró la liga de Tres Lomas, y decidió jugar para su pueblo. En 2007, tuvo una experiencia en Bull Dog de Daireaux, donde jugó en año para volver a su club, donde permanece hasta la actualidad. 

El “Presidente – Arquero” analizó la participación de Unión desde que comenzó a participar en la Liga Treslomense: “Nos ha ido bárbaro. Desde que arrancamos fuimos creciendo, cometiendo errores, pero solucionándolos, año a año y en todo sentido, desde lo futbolístico mayores e inferiores”.

“Creo que a pesar que nos cuesta una enormidad participar en la Liga, mi sentimiento es ir hasta las ultimas consecuencias por el bien de los nenes, tenemos alrededor de 130 chicos en inferiores”, mencionó. 

Aunque destacó las complicaciones que tienen a la hora de los partidos: “Nos cuesta mucho participar porque se desdoblaron las inferiores, sábado y domingo. Geográficamente estamos aislados y lejos de todos los clubes, entonces se hace pesado económicamente los viajes”. 

A pesar de las trabas con las que cuenta el club, al quedar a 100 kilómetros de otras ciudades, Leiva busca que la institución termine de afianzarse: “Es primordial comprar un vehículo para las transportes de las inferiores. Tenemos el orgullo de contar con una de las mejores canchas, pero no así el predio. Por eso será fundamental mejorarlo y es lo que buscamos”, afirmó.

Un tema del que le cuesta un poco hablar, por lo que se notó, es del retiro. Desde hace algunos partidos dejó el arco para dedicarse solamente a ser dirigente: “Todavía no lo procesé, Sólo lo tengo que formalizar, y ese momento es el mas duro para cualquier deportista”. 

“Hay gente que no está de acuerdo que me vaya así, quieren que juegue aunque sea un partido mas y pueda tener mi saludo final, ellos conmigo y yo con ellos”. 

Para finalizar, habló de su “sucesor”, Franco Muñóz: “La verdad que es una sorpresa este pibe, hasta hace poco era el 9 de la reserva, pero le gustaba el arco. Creo que el puesto de arquero, depende del tiempo que él mismo le pueda dedicar. El entrenamiento es fundamental. Ojalá lo pueda hacer, condiciones y personalidad, le sobran”. 

Más allá del lugar que ocupe en el Club, Gastón Leiva, dejó, deja y hace todo para que la institución crezca, tanto en el ámbito social, de formación y deportivo. Sin dudas dejará un recuerdo inolvidable bajo los tres palos, el día que, definitivamente, el mismo se considere sólo un dirigente.